Etiqueta: Arte

  • HOLTON ROWER – SUGESTIVAS Y FASCINANTES GOTAS DE COLOR

    HOLTON ROWER – SUGESTIVAS Y FASCINANTES GOTAS DE COLOR

     

    El amor no encuentra su sentido en el ansia de cosas ya hechas, completas y terminadas, sino en el impulso a participar en la construcción de esas cosas.

    Zigmut Bauman


    HOLTON ROWER

    No queremos entrar en la controversia por el arte. Lo hemos hecho anteriormente con otras manifestaciones culturales. Pero en este caso concreto, solo nos interesa la experiencia estética. El simple goce de la belleza formando patrones inesperados, escurriéndose tranquilamente y dejando tras de sí las múltiples huellas del color.

    Holton Rower, artista nacido en New York en 1962, es el autor de estas magníficas piezas. Hipnotizantes, singulares y hermosas.

    Vale la pena no sólo contemplar el «producto terminado», sino también su fascinante proceso de creación (diríamos que resulta incluso mucho más gratificante).

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    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©
    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©
    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©
    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©

    EL ARTE COMO ACONTECIMIENTO

    En su texto «Contra la interpretación», Susan Sontag nos revela un rostro mucho menos amable de lo que tradicionalmente hemos comprendido como crítica, interpretación o hermenéutica del arte.

    En algunos de los ensayos que lo componen, la problemática parece estar relacionada con un exceso o una hipersaturación de la interpretación. Como si la obra de arte no pudiese tener valor por sí misma, dentro de sus límites. Como producción y acontecimiento.

    Como si el valor de la obra solo pudiese ser medido y cotejado en relación exclusiva con su contenido, y no en relación con su ejecución o su estilo.

    Y entonces, al observar la obra de Holton Rower, uno podría pensar que no existe precisamente ninguna trascendencia detrás del mero acontecimiento, del simple azar de «echar pintura» y esperar a que los patrones formados nos resulten «bellos». Como si el simple resultado de una belleza producto del azar alejara a la obra del valor intrínseco de algo que no pretende complejidades sino ACONTECIMIENTOS.

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    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©

    En lugar de una hermenéutica, necesitamos una erótica del arte

    Susan Sontag – Contra la interpretación

    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©

    En lugar de una hermenéutica, necesitamos una erótica del arte

    Susan Sontag – Contra la interpretación

    LA ERÓTICA DEL ARTE

    Si nos alejamos por un momento de la intención de «interpretar» la obra, ¿qué nos queda entonces?

    La respuesta es bastante simple: Disfrutar del acontecimiento que se produce o que la obra ejecuta por sí misma. Y en el caso particular de la obra de Holton Rower, disfrutar de la hipnotizante mezcla de los colores derramados. Dejarse llevar por el simple goce de los sentidos.

    A eso hace referencia precisamente la cuestión de la erótica del arte.

    Si bien no podemos renunciar completamente a indagar la obra y a permitir también que ésta nos interrogue desde su acontecimiento, lo que se pretende es más bien no extender la interpretación hasta un punto asfixiante. Se trata de que la interpretación (si hay lugar) actúe como una expansión de la obra misma.

    Y aún más, si la obra misma no da lugar a una hermenéutica del significado (de una cierta especie de «contenido trascendente») ejecutar entonces un ejercicio de interrogación por el estilo, por la forma (inmanente e inmediato) por lo que comúnmente se entiende como «banal» desde el momento mismo en el que no se ocupa de encontrar significados ocultos.

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    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns

    Holton Rower©

    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©
    Holton Rower Tall painting contemporary art readymade psychedelic mesmerizing colorful random beautiful painting patterns
    Holton Rower©

    ¡Déjate llevar por la experiencia! Mira aquí un vídeo realizado por Dave Kaufman registrando el fascinante proceso creativo en una de las obras de Holton Rower:

    [cherry_video_preview source=»https://vimeo.com/18358025″ control=»show-on-hover» custom_class=»full-width»][/cherry_video_preview]

     

     

    #creemosenelasombro

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  • SEAN MUNDY – LA GRIETA SALVAJE

    SEAN MUNDY – LA GRIETA SALVAJE

     

    Hay golpes en la vida, tan fuertes…

    ¡Yo no sé! Golpes como del odio de Dios;

    como si ante ellos, la resaca de todo lo sufrido se empozara en el alma… ¡Yo no sé!

    César Vallejo – Los heraldos negros (Fragmento)


    Todo se reduce a una vida imaginaria. La que cargamos con nosotros en la memoria. La que llevamos con nosotros en los sueños. La que padecemos a diario en la calle, en los bancos, los parques y las oficinas.

    Habitamos la grieta, ese desequilibrio al que llamamos nosotros…

    ¿Nosotros?

    Nosotros, la suma siniestra del deseo y la perversión. La desgracia de sabernos condenados por nuestra memoria y también por nuestros fantasmas.

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    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Broken Highway» – – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Untitled» – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Death of seasons» – Sean Mundy©

    Todo lo que somos nos persigue. Las palabras que alguna vez dijimos y no podemos regresar. El ejercicio ridículo de andar sobreviviendo semana tras semana, acumulando estrías, pelos blancos y grasa abdominal.

    La miserable angustia de las tardes de domingo, cuando la condena pesa más y se hace más evidente su sentencia: «Esperanza no guardes. No la hay…»

    Tal vez la fotografía es hermosa porque nos revela lo que no sabemos o no queremos aceptar: que detrás de cada nombre hay una bestia. Un monstruo cargado de miedo y miseria, de egoísmo y frustración. De sadismo inconcebible y sutil perversión…


    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Sigil» – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Idolatry» – – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Gateways» – – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Origins» – Sean Mundy©

    Tal vez la fotografía de Sean Mundy es hermosa porque inquieta. Porque remueve en nosotros lo que sólo se manifiesta en el síntoma y también en el sueño: que la paz es una farsa sin sustento y que la soledad no tiene remedio -sólo prozac-.

    Tal vez la obra de Sean Mundy es impresionante porque rasga el telón de las apariencias para poner en evidencia lo más difícil de aceptar: que todo esto a lo que llamamos «lo real» es la verdadera pesadilla…

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    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Absolution» – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Structures» – Sean Mundy©
    La obra de Sean Mundy vale la pena porque pone en evidencia lo más difícil de aceptar: que lo real es la verdadera pesadilla...
    «Untitled» – Sean Mundy©

    Parece increíble que Sean Mundy sea apenas un joven de 22 años y cuente ya dentro de su portafolio con un trabajo tan bien logrado.

    Y aún a pesar de que su obra es, por sí misma, bastante sugerente, el autor asegura que nunca ha intentado darle ninguna clase de significado profundo, metafísico o trascendental.

    Pero tal vez en eso consiste su riqueza. La insinuación onírica de la grieta. Un abismo atípico, sin bordes ni despeñaderos. Solamente un horizonte de sucesos que nos habla con la voz de los sueños.

    #creemosenelasombro

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  • BENOIT PAILLÉ – LA LUZ Y LA SOLEDAD

    BENOIT PAILLÉ – LA LUZ Y LA SOLEDAD

     

    Las manos no son verdaderas ni reales. Son misterios que habitan nuestra vida… A veces, cuando contemplo mis manos tengo miedo de Dios

    Fernando Pessoa – Oh Marinheiro


    Tal vez la fotografía es una forma de anticipar la felicidad.

    Por eso hace falta entenderla como redescubrimiento y también como soledad.

    Porque toda fotografía es también un abismo iluminado por el breve instante de la paradoja: lo fugaz transformado en imagen-duración.

    Una fugacidad donde, finalmente, se corresponden la estepa (el descampado, desierto de cualquier rastro humano) y el lobo, que se siente a sus anchas en un orgasmo de libertad sin límites.

    Lo verdaderamente importante es invisible a los ojos -por eso las cosas importantes viven en lo oscuro-.

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    "Benoit Paille" photography art fascinating chiaroscuro surreal "abandoned landscapes" colorful light dystopia
    «Alternative Landscape – Cap de la madeleine» – Benoit Paillé©
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    «Alternative Landscape – Icefield» – Benoit Paillé©
    "Benoit Paille" photography art fascinating chiaroscuro surreal "abandoned landscapes" colorful light dystopia
    «Alternative Landscape – La tuque» – Benoit Paillé©
    "Benoit Paille" photography art fascinating chiaroscuro surreal "abandoned landscapes" colorful light dystopia
    «Alternative Landscape – Port Albernie» – Benoit Paillé©
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    «Alternative Landscape – Avant l´amphitheatre» – Benoit Paillé©

    Porque la verdadera luz pertenece a los menos. A los que encuentran la iluminación en el punto más extremo de su propia soledad.

    La fotografía es un vástago del fuego. Y el fotógrafo (también el pintor y el ilustrador) repite a Prometeo regalando la luz a todos aquellos que jamás han contemplado la oscuridad: los ciegos del asombro que simulan ver lo real, pero sólo pasan sus ojos por la superficie de los días y las cosas.

    La fotografía es la iluminación de lo remoto; lo no visto. Aquello que sólo se encuentra en la más radical de las soledades.

    Tomar una fotografía es salir al encuentro de un espejo oscuro (pero absolutamente real). Una manera de reconocerse en el ejercicio de una soledad inexcusable.

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    "Benoit Paille" photography art fascinating chiaroscuro surreal "abandoned landscapes" colorful light dystopia
    «Athabasca Falls» – Benoit Paillé©
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    «Athabasca Falls – Parking Lot» – Benoit Paillé©
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    «Jasper Typical Fake House» – Benoit Paillé©
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    «Vision Clear-cutting Tree» – Benoit Paillé©
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    «The Disaster of Carpenter Lake» – Benoit Paillé©

    En la escena sólo se encuentran el fotógrafo, su imagen, y un poco de luz para sacarse de la sombra.

    Incluso cuando el fotógrafo realiza un retrato, lo que hay en la imagen no es más que el reflejo de dos soledades cercadas por un abismo: el retratado y el “retratista” disponen cada uno de una luz que los envuelve de formas muy distintas, y les entrega también un documento que pone en entredicho todo lo que ocultan.

    Benoit Paillé, fotógrafo canadiense, es en este caso el Prometeo que nos regala una luz asombrosa y desquiciada. Una bitácora del viaje a lo oscuro como otra manera de la iluminación (en más de un sentido).

    ¡Disfruta su obra!


    "Benoit Paille" photography art fascinating chiaroscuro surreal "abandoned landscapes" colorful light dystopia
    «Alternative Landscape – Trois Rivieres» – Benoit Paillé©
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    «The Crazy Man of the Place» – Benoit Paillé©
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    «Knight Ja» – Benoit Paillé©
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    «Somewhere – Saskatchewan» – Benoit Paillé©
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    «White Rock on a dry part of the Mud Lake» – Benoit Paillé©

    ¿Te gustó su trabajo?

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  • NATHAN VIELAND – LA SUMA DE LAS PARTES

    NATHAN VIELAND – LA SUMA DE LAS PARTES

     

    En el punto más austral de nuestros sueños. Donde un día el universo entero sólo fue piel y ojos…

    Bitácora Nómada 39281


    Lo que buscamos es de una inexactitud inquietante y molesta.

    No lo sabemos. Lo intuimos vagamente mientras vemos cómo se van deshaciendo los días (las temporadas y las generaciones) en medio del océano interminable de la eternidad.

    Pero a nosotros nos corresponde un lapso breve y ridículo.

    No somos eternos.

    Tal vez sólo los sueños son eternos, y por eso son hermosos y terribles.

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    Nathan Vieland indiecomics art digital illustration surreal amazing scifi dystopia
    “Ecstatic Partnership” – Nathan Vieland©
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    “Beast of Onus” – Nathan Vieland©
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    “Repercussion Attendant” – Nathan Vieland©
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    “Reticent Blade” – Nathan Vieland©

    La vida que nos prometieron (la ficción, la literatura o el cine) es sólo eso: un juego imaginario de duración limitada en el que los héroes siempre son otros.

    Es a otros a quienes corresponde caminar por la superficie de planetas extranjeros.

    Siempre son otros los que atacan naves en llamas más allá del cinturón de Orión…

    Otros son y han sido siempre los heraldos de un futuro remoto. De una vida menos prosaica que la que nos ha tocado en suertes.

    Han sido otros los que han contemplado -con asombro- el vasto misterio del infinito. Cruzando milagrosamente los interminables desiertos de Arrakis.

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    Nathan Vieland indiecomics art digital illustration surreal amazing scifi dystopia
    “Fremen Stillsuit” – Nathan Vieland©
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    “Minds Eye Meal” – Nathan Vieland©
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    “Orchanical Apparition” – Nathan Vieland©

    Registramos entonces nuestra memoria imaginaria buscando la bitácora de un viaje imposible. Pero sólo nos queda un breve vistazo, y por eso mismo soñamos eso que otros han logrado ver…

    Nathan Vieland, artista, pintor e ilustrador norteamericano, nos figura de alguna forma ese extraño recorrido: la descripción de un horizonte al cual sólo los privilegiados del asombro pueden acceder.

    Como él mismo lo describe:

     

    Hay cosas salvajes que crecen enredadas dentro de la ciudad y constantemente están presionando contra los objetos hechos por el hombre. Cada parte argumenta que el otro está invadiendo su propio territorio…

     

    ¡Disfruta su trabajo!


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    “Raven Moon Exploded” – Nathan Vieland©
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    “Babel Product” – Nathan Vieland©
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    “Service Bird” – Nathan Vieland©

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  • LEVI VAN VELUW – «THE COLLAPSE OF COHESION»

    LEVI VAN VELUW – «THE COLLAPSE OF COHESION»

     

    El caos es un orden por descifrar

    José Saramago – El hombre duplicado


    No sabemos todavía lo que puede un cuerpo.

    ¿Consideramos la memoria como un sótano?

    Podría tratarse de un cuarto oscuro e inmenso; y dependiendo del clima de nuestro espíritu podría ser también un espacio amplio y fresco, o una ruina mohosa y sucia. Y también un sitio espantoso, que repugne al olfato, repleto de objetos peligrosos y olvidados.

    O bien la memoria sucede en otros lugares.

    Una cocina, una sala o un patio.

    Podría ser también que no se trate de la memoria como un «objeto» único y singular, sino más bien de «las memorias». Múltiples y extendidas hacia todas las direcciones. En la imagen de los otros a los que ya no podríamos reconocer hoy sino con sorpresa.

    Los otros, que han ido envejeciendo como lo hemos hecho nosotros.

    Es cierto, en nuestra memoria no tenían canas ni barriga. O tampoco habían muerto.

    Los conservamos ahí. O sería mejor decir que nos conservamos a nosotros mismos en su imagen.

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    "Levi Van Veluw" "The collapse of cohesion" art illustration "abandoned places" surreal "charcoal drawings" "black and white" engraved
    “Cloud” – Levi Van Veluw©
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    “Collapsing Cabinet” – Levi Van Veluw©
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    “Illumination” – Levi Van Veluw©
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    “Hole of Light II” – Levi Van Veluw©
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    “Archive” – Levi Van Veluw©

    No sabemos todavía lo que puede un cuerpo.

    Y sería bueno preguntarle a Spinoza si es posible considerar la memoria como un cuerpo.

    De todas formas comparte la capacidad de afectar y ser afectada. Como cualquier otro cuerpo.

    ¿Acaso «muere» realmente lo que olvidamos?

    Lo que se olvida es precisamente lo que nos afecta.

    Nada pasa por el cuerpo sin dejar una marca. Que la «olvidemos» no implica que el cuerpo no la guarde y mucho menos que la memoria no la explote haciéndola volver como un síntoma; como un sueño o como un lapsus.

    No somos “nosotros”. No hay realmente nada a lo que podamos llamar nosotros. O bien somos solamente un atributo demasiado irrelevante dentro del cuerpo que nos es.

    Es el cuerpo el que es. Y nosotros solamente somos su atributo. Así como el olvido es también un atributo de la memoria, que realmente nunca olvida nada sino que lo guarda todo secretamente para repetirlo en el sueño, en el síntoma o en la palabra fallida.

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    “Birds Eye” – Levi Van Veluw©
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    “Hole” – Levi Van Veluw©
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    “Mountain” – Levi Van Veluw©
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    “Tectonic Plates” – Levi Van Veluw©
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    “The Factory” – Levi Van Veluw©
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    “Water” – Levi Van Veluw©

    Reconocer las causas primitivas de nuestra esclavitud no implica un hundimiento en la degeneración de la tristeza.

    No se disfruta de una “buena salud” más que sumergiéndose en el propio caos interior para comprender mejor los mecanismos por los cuales la memoria nos golpea utilizando precisamente todo eso que olvidamos, pero ella no…

    Somos esclavos de lo que olvidamos.

    Es lo que hemos dejado atrás, desatendido, lo que hace metástasis en nuestra precaria cordura a través de la neurosis; y en casos extremos, a través de la ruptura psicótica.

    Convertir el pasado, o mejor, hacer de lo que habita en el pasado (la memoria misma) una obsesión, no es hacerse a sí mismo un esclavo sino, todo lo contrario, buscar la libertad a través de lo único que puede doblegarnos irremediablemente: nuestro cuerpo.

    Buscar sentido en la memoria es ejercerse a sí mismo como potencia de lo mejor y lo más alto.

    Comprenderse a sí mismo -comprender lo que se ha olvidado- es tal vez una de las pocas cosas realmente valiosas frente al hecho de existir.

    Hacerse cargo de lo que olvidamos implica un esfuerzo por sobreponerse también a lo peor de sí mismo. Así como también significa un esfuerzo por darle un sentido a lo peor que hicieron de nosotros, con nosotros o contra nosotros.

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    "Levi Van Veluw" "The collapse of cohesion" art illustration "abandoned places" surreal "charcoal drawings" "black and white" engraved
    “Family Table II” – Levi Van Veluw©
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    “Family Table III” – Levi Van Veluw©
    "Levi Van Veluw" "The collapse of cohesion" art illustration "abandoned places" surreal "charcoal drawings" "black and white" engraved
    “Wind” – Levi Van Veluw©
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    “Hole of Light I” – Levi Van Veluw©
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    “Writing Desk” – Levi Van Veluw©

    Comprender realmente lo que guarda la memoria (eso que nosotros mismos hemos olvidado) significa también entrar en una relación de afecciones, un laberinto del que podemos salir -o no- victoriosos.

    Y sin embargo, entrar en ese laberinto que supondría un encadenamiento de encuentros tristes no lo es más que en apariencia: La libertad no la otorga el olvido.

    Entregarse al encuentro de la memoria es potenciarse a sí mismo en el ejercicio de la libertad. Sobre todo cuando comprendemos -después de todo- que el olvido es en sí mismo una prisión.

    La obra de Levi Van Veluw nos sorprende mucho.

    Aparece como una repetición obsesiva del pasado. Sus ilustraciones e instalaciones repiten los espacios de su infancia: una habitación, la casa donde creció, el comedor familiar, la escuela.

    Y de un momento a otro la memoria de esos espacios se desfigura. Algo en todos ellos estalla, descomponiendo las cosas hasta convertirlas en fragmentos mínimos -porque el olvido es también una forma siniestra del caos- y algo en él lo sabe, o lo busca, o por lo menos lo intuye.

    Y repite entonces los mismos espacios.

    En lo que olvidó hay un sentido que se le escapa. Pero en lo poco que recuerda (fragmentos de su propio caos interior) recae el sentido de lo que todavía no es.

    Deshacer el olvido es recomponerse a sí mismo a través de una experiencia traumática sólo en la superficie. Jugarse en el reencuentro, en la resolución de un conflicto ignorado que se repite como síntoma. Asumirse en el dolor de un «yo» desconocido contra la simulada paz de un olvido carcelario.

    Tal vez por eso mismo disfrutamos su obra: como un regreso al laberinto de la memoria. El arte en busca de sentido.


    «Spheres» – Vídeo instalación parte de la serie «The Collapse of Cohesion» de Levi Van Veluw


    Visita el sitio web de Levi Van Veluw AQUÍ

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    NOTA: “Revista Bifrontal” no es dueña de las imágenes aquí mostradas. Éstas sólo se usan con fines informativos. Los créditos respectivos son enlazados a los sitios web del autor o autores propietarios de las mismas.

  • «LA CRÍTICA DE ARTE COMO BÚSQUEDA DE SENTIDO» (PRIMERA PARTE)

    «LA CRÍTICA DE ARTE COMO BÚSQUEDA DE SENTIDO» (PRIMERA PARTE)

     

    Una experiencia hecha de siete soledades. Oídos nuevas para una música nueva. Ojos nuevos para lo más lejano. Una conciencia nueva para verdades que hasta ahora han permanecido mudas.

    F. Nietzsche


    No deja de ser importante pensar el asombro.

    Hacer la pregunta frente a los mecanismos por los cuales, por momentos, podemos trascender la banalidad (la rutina) y acceder a esa forma de la «divinidad» a la cual llamamos arte.

    Dave Hickey es un destacado crítico de arte estodounidense de quien, recientemente, leímos algunas declaraciones que inicialmente rechazamos. Sin embargo, más tarde y luego de un lectura más minuciosa, alcanzamos a comprender y también a compartir.

    En la entrevista (realizada en el 2012 por el DailyMail) Dave Hickey expone algunos planteamientos cuyo «riesgo subliminal» podría consiste en reforzar algunos de los prejuicios más extendidos popularmente en contra de las producciones creativas de la escena contemporánea. Prejuicios que podrían resumirse bien en algunas declaraciones tan comunes como “el arte contemporáneo no es arte”, o “el mal llamado arte contemporáneo no es más que una pose”, o también “¿eso es arte? Mi sobrino de 6 años podría hacerlo mejor”. Incluso “¿Quién podría pagar tanto dinero por semejante adefesio?”.

    Sin embargo, Hickey mismo admite hasta cierto punto un grado de responsabilidad en el origen de esta clase de percepciones: “Editores y críticos de arte – gente como yo – nos hemos convertido en una suerte de cortesanos”.

    Cortesanos que, según su criterio, han jugado por muchos años a convertirse en jueces y verdugos al momento de admitir “la grandeza”, la relevancia o la validez (sobre todo esa palabra) de alguna producción creativa dentro del mundo de las artes plásticas.

    Y es en este punto en el que dejamos al crítico y comenzamos entonces a preguntarnos. A inquietarnos nosotros mismos por la verdadera noción de lo que entendemos como la “ética de la crítica estética”.

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    La crítica de arte tendría que ser también una forma de resistir la insignificancia de una vida, y el crítico tendría que ser también un nómada del sentido…
    “CWM” – Giacomo Carmagnola©

    El artista es también todos los hombres, y la obra de arte un grito de rebeldía

    La crítica de arte tendría que ser también una forma de resistir la insignificancia de una vida, y el crítico tendría que ser también un nómada del sentido…
    “CWM” – Giacomo Carmagnola©

    El artista es también todos los hombres, y la obra de arte un grito de rebeldía

    Sobre todo por el descrédito mismo en el que han caído tanto la crítica como el arte mismo. Un descrédito académico y popular. Un descreimiento en lo que, por mucho tiempo, ha terminado por ser visto como un ejercicio esnob. Un placer burgués incomprensible; elevado por la gracia del lenguaje a las alturas olímpicas; radicalmente separado de la banal superficie que habitamos los simples mortales.

    Sin embargo, tenemos que plantear algunas líneas rojas; analizar, diseccionar aspectos, separar conceptos y distinguir claramente las diferencias. Tenemos que comprender y sobreponer la creación artística a los efectos que se producen a su alrededor. Entender que el arte como fenómeno no es lo mismo que “el mundo del arte” como accidente. Que un artista no es un ser excéntrico, pretencioso ni mucho menos un esnob disociado, y que la crítica de arte es un esfuerzo valioso, no supeditado necesariamente a los dictámenes de la comercialización, venta, o subasta de obras.

    Así, nuestra inquietud consiste más que nada en plantear estas líneas, una suerte de derrotero para entender y ejercer la crítica de arte como manifestación de una búsqueda y una inquietud que iremos planteando en una serie de artículos para no convertir éste en un ejercicio tedioso.

    Estas son la raíz de nuestras inquietudes… Este es nuestro esfuerzo comprensivo:

    1) La crítica de arte tendría que ser también una búsqueda de sentido.
    2) La crítica de arte tendría que proponerse como “una ética de lo estético”.
    3) La crítica de arte tendría que ser también una “pedagogía del arte”.
    4) La crítica de arte no podría ser entendida como fuente autorizada en la asignación de valores y montos económicos frente a la obra de arte.
    5) La crítica de arte no puede entenderse a sí misma como una pretensión de verdad, sino como un esfuerzo, un ejercicio de honestidad intelectual frente al sentido de la obra de arte.
    6) A la crítica, tanto como al artista, les corresponde un “campo de anonimato” que no tiene ninguna relación con el presente (ni con el futuro) sino con el sentido.

    1) La crítica de arte tendría que ser, también, una búsqueda de sentido.

    Tal vez de manera un tanto escueta y también para no extender demasiado un asunto que, si bien resulta apasionante y absolutamente necesario no podemos abordar completamente en un artículo, tendríamos que delimitar también la noción del arte dentro un definición simple: El arte como fuente de sentido. O mejor, la obra de arte como el interrogante de un hombre (un artista) por su destino -por su propia razón de ser- que se traduce necesariamente en la pregunta de toda una civilización, de toda el componente de humanidad que nos toca, acerca de nuestro propio sentido.

    Así, el artista es también todos los hombres, y la obra de arte un grito de rebeldía; la manifestación tangible de un artista contra el azar y la angustia de saber que vive para la muerte. Un ser y una vida que -como la de cualquiera de nosotros- si bien parecen innecesarios, absurdos o irrelevantes, están ahí. Una vida que subsiste en su propio accidente y nulidad. Que persiste en su inquietud elemental: “¿Para qué?”

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    La certeza de la muerte nos entrega en los brazos del arte como paliativo, pero también como rebelión.

    "Derick Melander" "The Painful Spectacle of Finding Oneself" "Artistic Installation" "Urban intervention" streetart "Contemporary art" "Modern art" museum gallery exhibition
    “The Painful Spectacle of Finding Oneself” – Derick Melander©
    "Derick Melander" "The Painful Spectacle of Finding Oneself" "Artistic Installation" "Urban intervention" streetart "Contemporary art" "Modern art" museum gallery exhibition
    “The Painful Spectacle of Finding Oneself” – Derick Melander©

    La certeza de la muerte nos entrega en los brazos del arte como paliativo, pero también como rebelión.

    Si la obra de arte se resiste a la nulidad y el artista mismo resiste contra la “irrelevancia” del destino humano. ¿Por qué el crítico de arte no habría de hacer también lo mismo?

    La crítica de arte tendría que ser también una forma de resistir la insignificancia de una vida condenada a ser un accidente innecesario, y el crítico de arte tendría que ser también un nómada del sentido… Pero no un mercader del “valor” monetario de la obra de arte. No un cortesano del establecimiento mercantil de subastas e inversiones. No un consejero cuya opinión autorizada impulse o destruya carreras.

    La crítica del arte tendría que servir como inquietud, y no como certeza. Como fuente que inspire una búsqueda en relación con una obra de arte que es al mismo tiempo un signo que no puede ser completamente aprehendido ni radicalmente diseccionado. La crítica tiene que ejercer como indagación y al mismo tiempo tiene que arriesgar sentidos. Decantarse hacia una comprensión del objeto de arte y no simplemente hacia su enumeración o valorización. Abrir las puertas a la duda y la inquietud y provocarlas en su auditorio, no importa si es minúsculo, futuro o imaginario.

    La crítica de arte tendría que tender un puente. Servir como interlocutor entre la obra y el espectador. Y así mismo, impulsar al espectador a arriesgar un sentido en el que él mismo está reflejado. Sobre todo porque comprender una obra no es apropiarla, ni agotarla en una sola tirada de dados que definan de una vez y para siempre un sentido absoluto y unívoco. Cada hombre ejerce una mirada, y de su mirada (que es también él mismo poniéndose en juego al mirar) se desprende una inquietud que la obra le devuelve como un espejo: Indagar por su sentido implica también indagar por todos los sentidos. Por el suyo propio, como espectador. Por sus semejantes. Por el mundo en el que vive. Por sus relaciones, sus certezas, sus dudas o su manera de amar.

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    La crítica de arte tendría que ser también una forma de resistir la insignificancia de una vida, y el crítico tendría que ser también un nómada del sentido…
    «Strike» – Antony Gormley©

    El arte resiste a las “verdades” porque abraza con fuerza la hermosa -la frágil- ridiculez de la vida…

    La crítica de arte tendría que ser también una forma de resistir la insignificancia de una vida, y el crítico tendría que ser también un nómada del sentido…
    «Strike» – Antony Gormley©

    El arte resiste a las “verdades” porque abraza con fuerza la hermosa -la frágil- ridiculez de la vida…

    La innecesariedad del arte corresponde a la falta de necesidad de la vida… Pero ¿quién quiere vivir sin arte, sin música, sin teatro, sin cine o sin literatura? Lo que hace urgente al arte radica en su absoluta “inutilidad biológica” -por así decirlo-. La certeza de la muerte nos entrega en los brazos del arte como paliativo, pero también como rebelión.

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    La certeza de la muerte nos devuelve el arte como fuerza y amplificación de la vida en todo lo que tiene de bella, pero también en todo aquello que la hace horrorosa.

    Contrario a la religión, el arte no quiere esperanza.

    En el paraíso -donde todo está dicho- no cabe la obra de arte.

    No hay lugar en el cielo de las certezas y las verdades para la maquinaria de guerra de la duda, para la rebeldía de los incompletos.

    El arte resiste a las “verdades” porque abraza con fuerza la hermosa -la frágil- ridiculez de la vida…

    La crítica tendría que ser una manera de desestratificar todo lo que hay de industria y profit en el submundo del arte. Replicar lo que hay allí como fuerza y amplificación de la vida.

    La crítica de arte tendría más bien que poner en juego la inquietud por la obra como signo y pregunta. Como espejo de nuestros dramas. Como invitación. Como riesgo. Como pasión y como encuentro. Todo lo contrario a la mercantilización del arte como subasta, inversión y pauperización del signo y caricaturización de su denuncia.


    #creemosenelasombro

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    Autor: @Un_Tal_Cioran

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