Lo que más embellece al desierto -dijo el principito- es el pozo que oculta en algún sitio…
El Principito – Antoine de Saint-Exupéry
Porque el hogar de todo extranjero es el camino… El viaje que no termina. La rueda de un Samsara interior donde uno acaba convirtiéndose en sus recuerdos. En la gente que amó. Los lugares donde fue feliz. Las fotografías en las que reposa -tranquilamente- «el otro» que alguna vez fuimos, y que tal vez -contemplado un plazo infinito- volvamos a ser algún día…
Es cierto, Journey es el viaje. Pero no se trata de cualquier viaje.
Y es cierto también que se trata de un juego. Pero no cualquier juego.
No hay «peligros», ni enemigos (salvo los que lleves a cuestas, contigo).
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¿A quién podrías hablar en el desierto, que también eres tú?
¿A quién podrías hablar en el desierto, que también eres tú?
Está el desierto, el inconmensurable. La simple belleza de la arena, la única que ha visto (tal vez también el mar) el lugar donde nace el viento.
No hay diálogos… ¿A quién podrías hablar en el desierto, que también eres tú?
Sólo estás tú. Y el desierto. Y la montaña inmensa, clavada en algún punto asombrosamente remoto. Lejano, inalcanzable -como algunos sueños-.
Journey representa, tal vez, la impresionante evolución de los juegos de vídeo elevados al terreno del arte. De la belleza sobrecogedora. De la conmovedora simpleza de una idea que no pretende únicamente entretener.
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Journey parece haber sido diseñado, pensado y creado para protagonizar una búsqueda interior. Para darle voz a ese viaje que todos llevamos por dentro.
Journey parece haber sido diseñado, pensado y creado para protagonizar una búsqueda interior. Para darle voz a ese viaje que todos llevamos por dentro.
Journey es, ante todo, una experiencia -probablemente como ninguna otra experiencia de juego que hayas tenido anteriormente-. La experiencia de tu propio viaje…
Journey parece haber sido diseñado, pensado y creado para protagonizar una búsqueda interior. Para darle voz, y de alguna manera vida, a ese viaje que todos llevamos por dentro.
Como bien dicen sus creadores
Desarrollamos juegos artesanales, ampliamente accesibles, en busca de los límites del entretenimiento interactivo. Respetamos a nuestros jugadores y queremos contribuir significativamente a enriquecerlos mediante propuestas que les inspiren.
Desarrollamos juegos artesanales, ampliamente accesibles, en busca de los límites del entretenimiento interactivo. Respetamos a nuestros jugadores y queremos contribuir significativamente a enriquecerlos mediante propuestas que les inspiren.
Existen asombros ante los cuales uno parece minúsculo. Journey es uno de ellos.
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Como si se tratara de una suerte de espejo metafísico, Journey nos devuelve la imagen de un Samsara interminable… La rueda de las reencarnaciones que deviene infancia (juegos, asombro, inquietud y descubrimiento) y luego juventud (alegrías, rebeliones, miedos, expectativas y deseos), pasando por las crudas y simples realidades de la edad adulta (profesiones, empleos, cuentas por pagar) para llegar finalmente a la vejez (el «lugar» de la quietud del alma y el cuerpo).
No importa realmente cuántas eternidades sean necesarias. Journey es un «juego» para dejar a un lado la indiferencia. Para jugar al asombro y dejarse ganar la partida…
No importa realmente cuántas eternidades sean necesarias. Journey es un «juego» para dejar a un lado la indiferencia. Para jugar al asombro y dejarse ganar la partida…
De alguna forma, Journey nos recuerda también ese extraño ascenso hacia «La montaña mágica». El viaje hacia alturas remotas donde el signo por excelencia es el cambio. La mutación transformadora:
“Cuando miro hacia atrás, retrospectivamente, me parece, si me comprendo bien, que me hallo aquí desde no sé cuanto tiempo, y tengo la impresión de que para volver al instante en que llegué aquí (…) es preciso remontarse a toda una eternidad”
Thomas Mann – La montaña mágica
No importa realmente cuántas eternidades sean necesarias… Journey es un «juego» para dejar a un lado la indiferencia. Para no ser uno de esos condenados a la triste rutina de ser «sólo ellos». Para jugar al asombro y dejarse ganar la partida…
#creemosenelasombro
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