Nunca es sencillo ir más allá de lo que hay, de lo que se ve a través de una pantalla, un libro, o la cotidiana revisión de las cosas y los días que pasan frente a nuestros ojos.
Suele suceder que lo que se cree no es lo que es. O es mucho más.
«Metachaos» es un proyecto del artista plástico, fotógrafo, ilustrador y director Alessandro Bavari -un hombre del Renacimiento sin duda- Y es proyecto aún porque todavía está en proceso.
El «producto final» no es este corto. Hay también una serie fotográfica que seguramente devendrá en otras manifestaciones igual o más impactantes.
«Metachaos» parece una profecía. El proyecto de un «apocalipsis» latente y corrosivo. Pero también parece un «génesis» alucinante. Una creación por la separación violenta de los opuestos.
Acercarse a la obra de Alessandro Bavari no es precisamente «sencillo». La proyección de lo grotesco o lo «inhumano» suele ser repulsiva para muchos.
Sin embargo, tal vez lo más importante al aproximarse a esta clase de producciones sea lograr un estado de quietud espiritual. Sumergirse completamente en la experiencia sin ninguna clase de prejuicio o concepto anticipado.
Puedes visitar el sitio web de Alessandro Bavari AQUÍ
NOTA: “Bifrontal Editores” no es dueña de las imágenes aquí mostradas. Éstas sólo se usan con fines informativos para nuestra revista digital (revistabifrontal.com). Los créditos respectivos son debidamente anotados con el nombre del autor o autores, propietarios de todos los derechos.
Los hombres no dejan de jugar porque envejecen, sino que envejecen, porque dejan de jugar
George Bernard Shaw
De alguna forma, siempre hemos tenido claro que la literatura no es un asunto de viejos eruditos. De libros empolvados o almacenados tristemente en bodegas frías e inhóspitas.
La literatura es la suma universal de nuestra historia. El catálogo de nuestras glorias y desastres. El registro de nuestras tragedias, nuestras aspiraciones, nuestra frustración -y también nuestra desgracia-.
La literatura -así como el arte, la música o el teatro- es tal vez lo único que logra otorgarnos (como humanidad) un lugar en el universo lejos de la irrelevancia o el sinsentido.
Kyle Hilton, ilustrador estadounidense que ha trabajado con algunos de los más importantes medios de comunicación de su país (entre los que se cuentan el New York Times, Forbes o Variety), logra transformar el arte y la literatura en lo que nunca debe dejar de ser: Un descubrimiento, una novedad, un juego. En fin, un disfrute.
Y lo hace convirtiendo nombres tan destacados como Poe, Kafka, Hemingway o Van Gogh, en figuras ilustradas con complementos de toda clase, listos para ser recortados.
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Visto desde una perspectiva muy simplista la idea más básica del arte es crear. Si eso que se crea se aleja de las plataformas tradicionales o reconocidas por el trasmundo del arte, ya se habla entonces de otra cosa muy diferente.
La intuición nos dice que, desde hace un tiempo para acá, las nuevas tecnologías vienen removiendo o simplemente transformando las fronteras de lo que cabe dentro del concepto del arte. No se trata de ignorar la teoría más básica sobre lo estético sino incluir preguntas por objetos que puedan responder a las mismas inquietudes que la investigación sobre el fenómeno artístico plantea, sólo que desde perspectivas y orillas diferentes.
El resultado puede ser interesante.
La validación del arte no puede pasar eterna y exclusivamente por el tamiz de lo mismo (museos, curadurías y críticos). Hasta hace algunos años era impensable considerar el grafitti como fenómeno relevante dentro del mundo de las artes plásticas, sólo por citar un ejemplo.
La eterna pregunta «¿esto es arte?» Queda rezagada mientras ya el concepto mismo se ha transformado o ha devenido algo completamente diferente.
La eterna pregunta «¿esto es arte?» Queda rezagada mientras ya el concepto mismo se ha transformado o ha devenido algo completamente diferente.
Es probable que dentro de algunas décadas (tal vez antes) algo que en nuestros días puede ser considerado por algunos como banal y superfluo (y con esto hacemos referencia a disciplinas como el diseño de juegos digitales) pueda elevarse a la categoría de fenómeno de las artes.
Tal vez lo fundamental consista en mantener la mente abierta y la boca cerrada para no dar lugar a opiniones que más tarde vendrán a resultar anacrónicas o irrelevantes; lo digo sobre todo por mi…
No se trata en este caso solamente de adelantarse a la época por puro y físico capricho. No hace falta algo semejante. Lo que hace falta, más bien, es darle una oportunidad a la duda.
La eterna pregunta «¿esto es arte?» Queda rezagada mientras ya el concepto mismo se ha transformado o ha devenido algo completamente diferente.
Por ahora, mientras la academia dicta sentencia sobre el asunto, te presentamos una selección de juegos que seguramente te van a provocar más de una inquietud. Creaciones gráficas a la medida de tu extrañeza. Disfrútalo y comparte (si quieres, obviamente).
1. Gateway
En apariencia un juego simple y discreto. Lo interesante es tal vez la atmósfera de inquietud que logra crear mientras el personaje va resolviendo acertijos cuya dificultad aumenta gradualmente. Simplicidad, buena factura, una breve pero inquietante historia y jugabilidad. Recomendado.
El diseño de este juego una de las cosas que más asombra y gratifica. A pesar de tratarse de un juego diseñado en 8 bits, Deep Sleep logra internar al jugador en una pesadilla que se va volviendo cada vez más macabra. Un soundtrack bien escogido y pequeños detalles perturbadores le dan fuerza a un juego complicado pero muy disfrutable.
Un niño anónimo al borde del infierno, ahí donde la travesía en busca de su hermana es más aterradora (porque no termina). Una pieza visual sutilmente siniestra y sádicamente violenta. El juego en sí mismo es impecable, más cercano a la ilustración que a los juegos de vídeo. Una apuesta arriesgada y delirante que ha ganado ya una cantidad considerable de premios por el extraño y maravilloso mundo que la compone.
El asco y la inquietud como virtud de lo siniestro… Nekra Psaria es, ante todo, una experiencia visceral muy propia del desasosiego contemporáneo. Nosotros, la peste. Nosotros, la rata. Nosotros, la descarada y monstruosa banalidad. Vale la pena recorrer este point and click recogiendo y juntando objetos en busca de la salida más próxima.
Nunca una visión post-apocalípctica y steampunkesca del mundo lució tan bien. En el detalle cuidado, en la ilustración abundante, en la complejidad de los acertijos. Machinarium es toda una oda visual, una aventura estética compleja y tierna a la vez. Muy recomendable.
He sido fan de la saga de Submachine por varios años. Una experiencia casi mística que gira en torno a la exploración de una gigantesca red llena de secretos y mentiras. La noción de la Matrioska llevada al plano material. El sueño de un sueño, dentro de otro sueño… Básicamente, me quedo corto de palabras para describir esta ineludible pasión. Suele suceder con esta clase de encuentros afortunados.
De los mismos creadores de Machinarium, Samorost (aunque en apariencia simple y discreto en cuanto a jugabilidad) está mucho más cercano a una experiencia sensorial surrealista. Detalles abundantes, casi líricos desde lo visual. Simple y hermoso (como uno quisiera que fueran muchas cosas en la vida).
Daymare Town es una hermosa pesadilla diurna. Inquietante, sutilmente aterrador y gráficamente arriesgado. ¿Cómo no va a enamorarse uno de esa mezcla sutilmente elaborada y puesta en escena con aparente sencillez? Un juego complejo, retador, pero tremendamente disfrutable.
Nos vamos acercando ya al final de esta selección y terminar con dos encuentros recientes. Este es el primero: Memories of a broken dimension es difícil de explicar. No es exactamente un juego (de cualquier manera, aún no ha sido «puesto en escena» propiamente), sino más bien una experiencia (en todo el sentido de la palabra). No encuentra uno objetivos muy claros, salvo (según lo que he logrado ver) vagabundear por lo que en realidad parece una dimensión quebrada en múltiples absurdos. Demasiado interesante.
Ya para el final, una leyenda naciente dentro del submundo de los creepy-pastas. Una experiencia (en ciertos casos similar a Memories of a broken dimension) que contiene todo un sustrato interesantísimo para los amantes de las leyendas urbanas. Un juego supuestamente extraído de la deep-web… Lo dicho, un creepy-pasta que está dando ya mucho de qué hablar.
Escucha AQUÍ una versión para desmitificar (qué triste) todo el entramado.
#creemosenelasombro
«That´s all folks»
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