Como en una pesadilla los cuerpos de Sarah Sitkin se deshacen, se agrietan y se parten hasta una multiplicidad aberrante.

SARAH SITKIN – LA ÚLTIMA HERIDA

  Ahora acabados nos sentamos las noches y hacemos las cuentas y siempre salimos perdiendo (aunque aún no sepamos dónde debería estar la ganancia) y sin embargo hallamos los golpes parciales sobre todo eso: interminable