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Imagen Propiedad de @AnSatori


Conoces el nombre que te dieron, no conoces el nombre que tienes.

José Saramago – Epígrafe de Op Libro de las Evidencias

Sucede que jugamos a ser otros. No precisamente el cuerpo que somos ni mucho menos el que nos tiene. Tampoco el alma (entidad «más-allá-de-la-física») donde todo parece ser un amasijo providencial de cosas y cositas que lo van componiendo a uno con el pasar de los años.

Somos dos. Pero también podemos ser más de dos.

Somos la múltiple mirada y, ¿por qué no? lo múltiple mirado.

Jugamos a ser otros porque (no nos digamos mentiras) a veces cansa mucho ser uno solo.

Lo que ves también es lo que eres. Y entonces nosotros nos convertimos en invitación.

La rueda está ahí, lista para que la pongamos a girar. Tú tiras de un lado, nosotros tiramos del otro; y nos reímos un buen rato.

A veces reflexionamos. A veces hacemos sentadillas. Muchas veces escribimos.

Bienvenido.

Caro Villada

La verdad es que me saca la rabia. Lo soporto porque lo quiero, y porque siempre sabe ver lo mejor de mi cuando yo de eso entiendo a veces muy poco. Nos parecemos (más de lo que él quisiera admitir). Nos amamos (más de lo que yo quisiera admitir).

Mi vida no ha sido exactamente un jardín de amapolas (diría rosas pero ya fue suficiente con las espinas). La soledad ha sido mucha, pero nos tenemos el uno al otro. Después de todo no ha sido tan malo como parece.

Me tengo a mí misma, a mis gaticas, cuatro chiros y muchas ganas de hacer las cosas. Todas las máscaras se caen después del baile; por eso prefiero darme de frente con la vida. Así hace más gracia todo.

Okaerinasai.

Twitter: @Ansatori

Gabriel Echeverry

No soy nada de lo que muchos dicen. Es probable que sea peor.

Aunque también podría no ser nada. Un accidente; un desastre a punto de ocurrir.

Pero no soy eso. A veces creo que si; pero creer no tiene nada que ver con lo real. Aquí lo real es un cuerpo medianamente viejo, adicto al café y al cigarrillo. Un sujeto cualquiera (como cualquier otro) que también quiere ver el mundo en llamas sólo porque ese “otro” siempre le ha parecido un estorbo.

No nací amargado; eso es cierto. Me fui haciendo así poco a poco.

No hay que darle muchas ínfulas a un cadáver en perspectiva.

Twitter: @Un_Tal_Cioran

#creemosenelasombro